Para publicar una página web, no solo hace falta diseñarla con los elementos y características que atraerán a nuestros visitantes, sino que también es necesario elegir dos componentes fundamentales:
- El servidor o equipo donde guardaremos los ficheros que componen la web (servicio de hosting web).
- La dirección pública o URL que tendrá el sitio (nombre de dominio).
El hosting web es el servidor, pudiendo ser físico o virtual, donde se almacenan todos los elementos de nuestra página: imágenes, textos, código, bases de datos, archivos multimedia y cualquier otro recurso necesario para que la web funcione. El dominio, en cambio, es la etiqueta que utilizamos para identificar esa web en Internet, evitando tener que memorizar direcciones IP numéricas. A lo largo de este artículo explicaremos con detalle qué es un dominio web, cómo funciona, cómo se compone, qué tipos existen y cuáles son sus principales funciones.
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¿Qué es un dominio web?
Un dominio en Internet funciona como la dirección postal de un sitio web. Así como una casa física necesita una dirección (por ejemplo, “Calle diagonal, 15, Barcelona”), un sitio web necesita un nombre de dominio para que los usuarios puedan acceder escribiéndolo en el navegador. Sin un dominio, los navegadores tendrían que manejar direcciones IP que consisten en secuencias numéricas con puntos, como “195.148.0.78”. Las direcciones IP se asignan a cada servidor o equipo conectado a la red, pero resultan difíciles de recordar para el usuario. Por eso se creó el Sistema de Nombres de Dominio (DNS), que sirve para traducir esas direcciones numéricas a palabras legibles.
Cuando un usuario escribe, por ejemplo, “www.nominalia.com” en su navegador, el sistema DNS traduce automáticamente “nominalia.com” a la dirección IP del servidor donde residen los archivos de esa tienda. A partir de ese momento, el servidor web envía al navegador del usuario todos los ficheros necesarios para que la página se muestre correctamente. Para el visitante, este proceso es casi instantáneo: basta con escribir el nombre de dominio, pulsar “Intro” y ver la web cargada en pocos segundos.
¿Cuál es la diferencia entre dominio y hosting?
Es común confundir ambos términos, pero cada uno cumple una función distinta:
- Dominio: es el nombre que identifica un sitio web en Internet. No almacena archivos; solamente actúa como etiqueta que, al consultarse en el DNS, permite encontrar la IP del servidor.
- Hosting (o alojamiento): es el servicio que proporciona el espacio en un servidor (físico o virtual) donde efectivamente se guardan los archivos y recursos de la página.
En otras palabras, el dominio es “la dirección” y el hosting es “el terreno o la casa” donde está construida la web. Para que un sitio funcione correctamente, el dominio debe apuntar (por DNS) al servidor donde están almacenados los archivos de la web.
Cómo funciona el dominio y el DNS
A continuación, describimos los pasos simplificados de cómo un dominio convierte texto en dirección IP y carga la página:
- El usuario escribe el nombre de dominio (por ejemplo, “miweb.com”) en el navegador.
- El navegador envía una consulta a los servidores DNS, que actúan como una “guía telefónica” global de Internet.
- El servidor DNS autoritativo para ese dominio (determinado cuando se registró el dominio) traduce el nombre de dominio en la dirección IP correspondiente y la envía de vuelta al navegador.
- El navegador, con la dirección IP en mano, se conecta al servidor web que posee esa IP y solicita los archivos que componen la página.
- El servidor web responde enviando los recursos HTML, CSS, JavaScript, imágenes, etc., que el navegador renderiza para mostrar la página al usuario.
Este proceso de traducción de nombre a IP se realiza en milisegundos. Gracias al DNS, no es necesario recordar direcciones numéricas; bastan palabras fáciles de memorizar.
Tipos de dominio
Existen numerosas clasificaciones de dominios según su función, su extensión y quién puede registrarlos. A continuación se presentan las categorías más relevantes:
- Dominios genéricos (gTLD):
- .com: El más popular a nivel mundial, inicialmente creado para “comercial”. Hoy lo utilizan todo tipo de webs.
- .org: Se diseñó para organizaciones sin ánimo de lucro, pero cualquier entidad lo emplea en la práctica.
- .net: Originalmente pensado para empresas de redes y tecnología, pero actualmente está disponible para cualquier uso.
- .info: Se usa para sitios informativos.
- .biz: Orientado a negocios y comercio electrónico.
- gTLD especializados (nuevos gTLD): .blog, .shop, .online, .tech, .app, .design, entre otros. Permiten definir la temática o sector desde la propia extensión.
- Dominios de país (ccTLD):
- Cada extensión de país corresponde a un ccTLD distinto, por ejemplo: .es (España), .mx (México), .ar (Argentina), .co (Colombia), .de (Alemania), .fr (Francia), .it (Italia), .co.uk (Reino Unido) o .jp (Japón).
- Aunque parezcan específicos, muchos ccTLD son usados internacionalmente: el .co (originalmente para Colombia) es ahora popular como alternativa a .com, o el .io (Territorio Británico del Océano Índico) muy apreciado por startups tecnológicas.
- Dominios restringidos o patrocinados (sTLD):
- Son extensiones gestionadas por entidades específicas, con requisitos de registro. Por ejemplo:
- .edu: Reservado para instituciones educativas acreditadas (solo universidades y colegios).
- .gov: Exclusivo para organismos gubernamentales de Estados Unidos.
- .mil: Reservado para las fuerzas armadas de Estados Unidos.
- .int: Para organizaciones internacionales establecidas mediante tratados.
- .museum: Para museos registrados.
- .jobs, .travel, .post, .aero y .mobi: Dirigidos a sectores concretos (empleo, viajes, servicios postales, aeronáutica, dispositivos móviles).
- Son extensiones gestionadas por entidades específicas, con requisitos de registro. Por ejemplo:
- Dominios de tercer nivel o subdominios gratuitos:
- Algunos proveedores ofrecen subdominios gratuitos sobre un dominio suyo, por ejemplo “miweb.proveedorgratis.com” o “miusuario.github.io”. Estos no son dominios de segundo nivel auténticos, sino subdominios de un SLD ya registrado.
- Premium domains:
- Son dominios de segundo nivel cortos, fáciles de recordar o con palabras clave muy valiosas, que los registradores o propietarios pueden vender a precios mucho más altos de lo normal. Por ejemplo, “calzado.com” o “viajes.net” pueden costar miles o decenas de miles de euros.
Ventajas de registrar y usar un dominio propio
- Credibilidad y confianza
Los usuarios asocian un dominio propio con profesionalidad. Evita subdominios gratuitos como “midominio.proveedorgratis.com”, ya que proyectan una imagen poco seria. - Branding y marketing
El dominio se convierte en un activo estratégico. Puede incluir tu nombre comercial, producto o servicio, y reforzar campañas publicitarias tanto online como offline. - Escalabilidad
Cuando tu proyecto crece, un dominio propio te permite crear subdominios (por ejemplo, “tienda.midominio.com” o “blog.midominio.com”) sin tener que adquirir nombres adicionales. Esto organiza mejor el contenido y facilita la navegación. - Seguridad y control
Al registrar tu propio dominio, controlas las configuraciones DNS, la gestión de certificados SSL y las políticas de correo (SPF, DKIM, DMARC) que protegen tu reputación y evitan el spam. - Movilidad y flexibilidad
Puedes contratar el dominio con una empresa y el hosting con otra. Si en algún momento decides cambiar de proveedor de alojamiento, solo modificas las DNS en tu registrador de dominio, sin necesidad de transferir el nombre.
Por lo que si quieres tu propio dominio, Nominalia el mejor sitio para poder comprar un dominio web.
Conclusión
El dominio es la base sobre la que descansa la accesibilidad y visibilidad de tu sitio web en Internet. Permite a los usuarios llegar a tu contenido mediante un nombre fácil de recordar, evitando las complicaciones de memorizar direcciones IP. Además, al estar formado por niveles jerárquicos (TLD, SLD, subdominios), ofrece flexibilidad para gestionar diferentes secciones de tu proyecto.
Jiunto al dominio, el hosting es el servicio que efectivamente almacena y entrega los archivos de tu página. Ambos deben configurarse correctamente: el dominio debe estar registrado y apuntar a los servidores de nombres correspondientes, y el hosting debe tener los ficheros del sitio organizados para que el servidor web responda a las peticiones.
Al comprender cómo se compone un dominio, los tipos disponibles y sus funciones principales, podrás tomar decisiones informadas a la hora de registrar tu dominio y elegir el servicio de hosting adecuado. Asegúrate de evaluar aspectos como rendimiento, soporte, seguridad, escalabilidad y precio tanto del dominio como del alojamiento para garantizar que tu proyecto web tenga todas las condiciones necesarias para crecer, posicionarse y ofrecer la mejor experiencia a tus visitantes.
Si necesitas orientación para elegir el dominio correcto o configurar tu hosting de forma óptima, no dudes en contactar con nuestro equipo de soporte o tus registradores/hospedadores de confianza. Nuestro objetivo es ayudarte a que tu web esté siempre disponible, segura y preparada para recibir a tus usuarios.
